sábado, 6 de noviembre de 2010

Centro de Arte Pepe Espaliú

El arte conceptual impulsa al artista para concienciar a la opinión pública sobre la enfermedad del sida.



Córdoba es la tierra de grandes artistas que han sembrado su historia, su cultura y su belleza.
Bajando por la calle Blanco Belmonte encontramos una calle estrecha a la izquierda, llamada Rey Heredia. Una calle con encanto cuyos balcones horadados de flores ya no son los únicos que decoran las blancas paredes de sus casas. Ahora, el nuevo protagonista es la escultura del autor Pepe Espaliú, el carrying (silla de mano) que se encuentra enclavado en la parte superior de la calle, mostrándose como un espectador atento ante el público que viene a visitar la casa del artista, el Centro de Arte Pepe Espaliú. Esta obra es de color oscuro al igual que la vida de su autor y sirve de precedente a la muestra artística que va a desentrañar los sentimientos más profundos de Espaliú, un hombre que abrió las puertas del arte contemporáneo en los años ochenta, a través de novedosas formas y texturas.

El Centro Pepe Espaliú se inauguró el día 28 de octubre, tras una larga espera desde que comenzó el proyecto como sala de exposiciones y el Ayuntamiento lo modificó hace un año, con el fin de convertir la casa museo en un Centro de Documentación de Arte y Arquitectura. Además servirá como escenario de otras actividades organizadas por Vimcorsa, sede de la empresa municipal de vivienda y con el que se comunica por un patio interior.

El centro recoge una muestra en orden cronológico, siguiendo la trayectoria del artista. Alberga un total de 32 obras (12 pinturas, 9 dibujos y 11 esculturas), así como 11 libretas de apuntes y bocetos, procedentes de la colección de la familia. José González Espaliú, padre del artista, ha sido una pieza fundamental para llevar a cabo este proyecto ya que vendió por sólo 240.000 euros al Ayuntamiento, en 2008, gran parte de la obra antes de su muerte por la enfermedad del sida en 1993.

Entre las obras no falta la iconografía que lo identifica, sus carrying, además de otros perfomances como las muletas que simbolizan su lucha contra la enfermedad del sida, su compromiso de acompañar a otros enfermos en el sufrimiento y hacer frente a los prejuicios de la sociedad. Así, lo evidencian las reproducciones hemerográficas de El País y El Mundo en las primeras décadas de los noventa.

A continuación podéis deleitaros con este reportaje fotográfico:







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